Disponemos de la mejor leña para tus necesidades
Corte de diferentes medidas según para lo que necesites
Te la llevamos a casa a cualquier punto de Euskadi
Te colocamos la leña para que la tengas ordenada
La leña ha formado parte de nuestras vidas desde que el hombre conquistó el fuego. Desde entonces se usó para cocinar, calentarse o hacer fogatas, aunque con el paso de los años y la diversidad de recursos a disposición, el uso de los combustibles vegetales se convirtió en todo un arte.
Por mucho tiempo la madera formó parte de nuestra vida cotidiana, pero su uso fue quedando en segundo plano tras la aparición del gas o la electricidad. Sin embargo, en la era moderna la leña vuelve a ganar protagonismo dentro de la vida doméstica como en la cocina, barbacoas, calefacciones o chimeneas.
No toda madera es buena para leña, las cuales se tipifican dos grandes grupos: duras y blandas. Su calidad depende de factores como la densidad, humedad y composición química, lo que determina sus propiedades de combustibilidad y potencia calórica.
Estas diferencias naturales que vienen determinadas por la especie de árbol. Estos son los tipos de leña más usados en España.
No se les llama así precisamente por su dureza sino por su alta densidad, lo que ayuda a mantener la llama por mucho más tiempo y aportar mayor fuerza calorífica. La madera dura proviene de árboles de crecimiento lento, resinosos y de hoja caduca.
Encina
Es un buen generador de brasa con tiempo de combustión muy lento, ideal para asados de cortes grandes en tiempos prolongados.
Roble
Es uno de los más utilizados en barbacoas, desprende finos aromas que aporta un sabor sutil a las carnes.
Haya
Ofrece una combustión un poco más rápida con buena generación de brasa, especial para cocinar con llama alta.
Los árboles de madera blanda son de hoja perenne y crecen más rápidamente, por ejemplo los de tipo frutal. Tienen la característica de encender con facilidad pero se consumen con rapidez, lo que les permite generar una buena llama pero por poco tiempo.
Pino
Arde con facilidad y es un buen generador de calor lo que le permite ganar popularidad para calefacciones y chimeneas.
Naranjo
Su esencia cítrica justifica su utilidad culinaria en platos típicos como la paella. Sus ramas finas facilitan la maniobra en fogones.
No se les llama así precisamente por su dureza sino por su alta densidad, lo que ayuda a mantener la llama por mucho más tiempo y aportar mayor fuerza calorífica. La madera dura proviene de árboles de crecimiento lento, resinosos y de hoja caduca.
Es un buen generador de brasa con tiempo de combustión muy lento, ideal para los asados de cortes grandes en tiempos prolongados
Es uno de los más utilizados en barbacoas, desprende finos aromas que aporta un sabor sutil a las carnes
Ofrece una combustión un poco más rápida con buena generación de brasa, especial para cocinar con llama alta
Los árboles de madera blanda son de hoja perenne y crecen más rápidamente, por ejemplo los de tipo frutal. Tienen la característica de encender con facilidad pero se consumen con rapidez, lo que les permite generar una buena llama pero por poco tiempo
Arde con facilidad y es buen generador de calor lo que le permite ganar popularidad para calefacciones y chimeneas.
Su esencia cítrica justifica su utilidad culinaria en platos típicos como la paella. Sus ramas finas facilita la maniobra en fogones
Garantiza una combustión rápida y poder calorífico promedio. Tiene la ventaja de generar poca ceniza
La diversidad de árboles disponibles según la región resultó en la experimentación con una variedad de maderas que se adaptan a diferentes aplicaciones domésticas, como cocinar o calentarnos durante el invierno. Antes de determinar si una leña es buena o mala, es importante saber el uso que le daremos en el hogar.
El encarecimiento de los combustibles derivados del petróleo o la electricidad ha llevado a las familias a utilizar sistemas de calefacción a base de madera como una alternativa más económica y eficiente.
En chimeneas las maderas duras son la mejor opción debido a que su potencia calorífica contrarresta las ráfagas de aire frío y ayuda a mantener la temperatura de la habitación por más tiempo con un fuego bajo.
No importa si es de madera dura o blanda, sea cual sea el uso que se le vaya a dar lo más importante es que la leña esté bien seca. Un tronco recién cortado o verde puede alcanzar un 85% de humedad, lo que tardará en arder y generará mucho humo. Lo ideal es que haya sido cortada al menos un año antes y tenga 15% de humedad.
El tamaño que escojas dependerá del uso. Elige gruesos para calderas, medianos para chimeneas y pequeños para barbacoas. Opta por variedades duras para priorizar cocciones con brasas y más blandas para generar llamas intensas, aunque puedes controlar el fuego con opciones mixtas.
Recuerda que la leña es un recurso renovable que se puede obtener de la tala selectiva y que su quema reinicia el ciclo de CO2. Esto constituye una actividad ecológica, además de ser más económico que otras formas de combustible.